Conquistada Albaida por las tropas cristianas en 1.302, todos los indicios apuntan que próxima a esta fecha debió erigirse su parroquia, perteneciendo ésta a la jurisdicción de Sevilla hasta que pasó en 1.652 y tras la toma de posesión judicial a formar parte de la Abadía Colegial de Olivares.
Es a principio de siglo XVI (1509) cuando tenemos las primeras referencias escritas sobre nuestra Iglesia.
La antigua Iglesia parroquial de Albaida debió ser construida en estilo mudéjar, es decir, caracterizada por la conjunción de arte musulmán y arte occidental.
La fábrica de la Iglesia constaban de tres naves, una centrada o mayor y dos laterales. Al fondo de la nave central, debía estar situado el coro. La iglesia poseía tres puertas, una principal y otras dos laterales.
Tenía una torre con dos campanas. Al pie de la nave izquierda se encontraba la capilla bautismal.
En la nave central, se hallaba el retablo con una imagen de Nuestra Señora, flanqueada por San Pedro, San Pablo, San Isidoro y San Leandro. Estos lienzos debieron ser de muy alta y considerable calidad, dada la reconocida y comprobada maestría de su autor. (Pedro Fernández de Guadalupe). Lamentablemente nada queda de ellos.
Al pie del presbiterio bajo se encontraba un púlpito tallado de madera, con escalera y pie igualmente de madera.
Todo este conjunto arquitectónico fue destruido en 1755 por el llamado “terremoto de Lisboa”.
En los años de construcción del nuevo templo,(cuya duración fue de tres años y medio) la Iglesia se ubicó a la Capilla del Hospital del Glorioso Mártir Señor San Sebastián (actual Capilla de la Vera Cruz).
Finalmente, el 4 de febrero de 1759 tuvo lugar la feliz inauguración y bendición del actual Templo Neoclásico.
Según las fuentes documentales podemos comprobar que ese día marcó un hito en la casi legendaria historia de una parte de la antigua Laelia.
Edificio:
El actual templo parroquial está distribuida en tres naves con diferenciación de crucero. Fuertes pilares cuadrangulares apean los arcos de medio punto que separan las naves. Bóvedas de aristas cubren los laterales, cúpula de crucero y un techo raso en forma de artesa cierran la nave principal. Interesante será reseñar su torre, fachada en el infronte principal, decorada con elementos neoclásicos.
El templo conserva la orientación litúrgica tradicional, ajustándose al anterior templo.
A los pies de la nave del Evangelio, ocupando el mismo lugar que tenía en el Templo destruido, se encuentra un lienzo pintado al óleo de las Ánimas.
Contigua a éste se abre la que fue capilla bautismal.
En la restauración efectuada del 25 de Junio de 1.995 al 30 de Marzo de 1.996 el templo se mantuvo cerrado al culto por las reformas de sus cubiertas y techumbre, siendo consagrado el altar y el templo el día 20 de junio de 1.996 por el Cardenal Arzobispo de Sevilla Fray Carlos Amigo Vallejo.
Durante dichas restauración se encontraron restos arqueológicos en el subsuelo de la nave central, los cuales fueron cerrados al público hasta nuestros días, perdiendo la oportunidad de descubrir, tras su análisis y estudio parte de nuestra historia.