Hace unos años, ante la inquietud y el nerviosismo que mostraban durante toda la tarde los niños por la impaciencia que precede a la llegada de los Reyes Magos, un vecino de la calle y padre de familia tuvo la feliz idea de acercar a sus hijos a modo de cuento la figura de “Sus Majestades”.
“Una vez recogida la cabalgata de reyes, sus majestades “Los Magos” que siempre fueron muy listos y ante la proximidad de la hora de comenzar “su jornada” no tenían tiempo de ir a Oriente para volver en la misma noche.
Por eso que sin que nadie lo supiese, los Reyes se habían subido a la Torremocha y habían encendido una gran candela alrededor de la cual cenarían unas ricas y calentitas poleás que estaban preparando para poder soportar el frío que esa noche de invierno hacía. Todo estaba preparado y solo era cuestión de tiempo. Pero…. Hasta que los niños no se acuesten y queden dormidos, Sus majestades no comenzarán “la faena”. Así pues, solo restaba irse a la cama y esperar. Pero claro… no sin antes asomarse a la puerta para observar de primera mano una gran candela que su mismo padre con un haz de leña había previamente encendido.
Estos niños al día siguiente, no solo presumían de sus juguetes sino también de haber tenido la suerte de haber visto la candela que los Reyes hicieron para comerse las poleás”.
Hoy día los niños, siguen asomándose con gran intriga esa noche a la calle pero ante la posibilidad de que sus Majestades puedan darse cuenta todo intento de acercamiento queda en vano. La curiosidad los llama pero la incertidumbre los detiene.
Ante la expectación creada en muchos niños de pueblo, finalmente otros padres y vecinos de la calle poco a poco se han ido sumado a la iniciativa y han apostado por mantener lo que hoy es ya una tradición casi desconocida y que a través de esta oportunidad que nos brinda el Taller de Empleo de Albaida Sostenible ponemos en conocimiento de todos. Si tienen oportunidad, no dejen de asomarse a la torremocha en la noche de reyes para poder contemplar una tradición que pasa casi desapercibida pero que encierra todo el encanto de una noche de reyes.