No podemos afirmar con toda certeza el origen de su denominación, pero teniendo en cuenta que los hornos de ladrillos en Albaida tienen más de 1000 años de existencia, ( En el campo de Albaida, se han hallado piezas de ladrillos romanos cortados con el barro de la barranca), lo que nos indica el horno ladrillero, que se situaba frente a esta Cruz, en el lugar que hoy ocupa la farmacia, podría ser de tiempo inmemorial, y la ubicación de la Cruz recibió el nombre del Barrero, que es como se le llamaban antes a los trabajadores del Barro y al lugar donde éste se depositaba.
La Cofradía de la Hermandad de Vera Cruz de Albaida del Aljarafe ,viene haciendo estación de penitencia a la Cruz del Barrero desde tiempo inmemorial, conocemos una fuente escrita de la que se refiere a la Cruz del Barrero en la dación en cuenta de 20 de mayo de 1726 de la Hermandad de la Vera Cruz , donde se destinan «noventa y un real y veinticinco maravedíes de vellón que gastó en ayudar a componer la Cruz del Barrero», y así obra en su Libro de Cuentas del citado año (1) . De la lectura literal se deduce que el dinero empleado fue para arreglar o reparar dicha Cruz del Barrero, no para construirla, y debió ser superior el gasto a lo aportado por la Hdad. De Veracruz, pues el texto dice “gastó en ayudar a componer”, esto nos llevar a dos conclusiones:
1.- Que se trató de una Restauración no de una obra nueva, lo que nos indica que la Cruz era muy anterior, y se encontraría en mal estado, para que fuesen necesarias dichas ayudas. Lo que nos induce a pensar que si fue precisa esta importante restauración es porque la Cruz ya tenía muchos años, quizás siglos antes de la mencionada Fecha.
2.- Que la obra costó más dinero del que figura en dichas cuentas, porque da a entender que hubo otras aportaciones ajenas a dicha hermandad.
Es de mencionar por último, que nuestra Cruz como la de Olivares, Salteras, Valencina o Umbrete, son denominadas como cruces de término, que se impusieron durante el siglo XV, y que se situaban a las entradas de los pueblos, marcando las lindes de las feligresías, también llamadas humilladeros, pues era el lugar donde los peregrinos y viajeros que llegaban a los pueblos se arrodillaban (humillaban) . Por último Solían ser en los viacrucis la última estación.
“Por estas fechas la Cofradía salía sobre las tres de la madrugada y, tras hacer estación a la Cruz del Barrero, regresaba con las claras del día a la Capilla de su Hospital” (del Libro de Romualdo Gelo Albaida estudio Documentado)
Esta Cruz fue restaurada a principio de los años 70 del pasado siglo, y aunque la obra fue ejecutada con maestría.
Hacia finales de los 90, la Cruz del Barrero , se trasladó a unos 7 metros de su ubicación original, con motivo de la ejecución de la Rotonda de la Cruz. Su ubicación anterior estaba a 3 escasos metros de la tapia del Almacén de Fuster.
Fuente:
Miguel Ángel Castilla